La niña selecta

Recién nacido mi hijo
presto me fui pal registro
de la secta de los hombres.
De testigo un funcionario,
Carlos Felipe Eduardo,
le puse al crío tres nombres.
Como es normal su bautizo
lo ofició el propio obispo
en la iglesia catedral.
Y un domingo viendo al Cádiz
Dije: “Qué pasa, Carlitos”,
“Papi, llámame Vanesa”
y me caí con to el equipo.
Con solo diez años lo tenía claro.
“Mamá no lo sabe”, “Tranquilo, tranquila”.
Cenamos y hablamos poniendo en la mesa
cada nuevo reto de su nueva vida.
Con una pasada y una faldita
nos fuimos al cole los tres.
“Si miran que miren, si hablan que hablen,
un beso, nos vemos después”.
Nos llamó la directora “El niño no puede
venir travestido aquí a la escuela”.
Un día escuchamos a unos padres: “Si a mí me pasara
yo preferiría que se muriera”.
Siente rechazo al verse en el carnet de identidad
pero la risa es su vacuna contra el ku kux klan.
O eres varón o eres hembra y si no condenao
a los barracones como apestao.
Pronto vendrá la tortura
de los ciclos hormonales,
las puertas que no se abren,
prejuicios laborales.
“Entra en el cole, cariño, no pasa nada,
transforma este viejo mundo
con tu faldita, con tu faldita y tu pasada”